Llevar lentes de contacto por primera vez puede ser un verdadero temor para algunos, porque les da miedo tocarse los ojos. Es indudablemente un buen instinto: a través de nuestros dedos, podemos introducir bacterias, polvo y suciedad, provocando irritaciones o infecciones. Sin embargo, es posible superar este miedo y llevar lentillas con éxito.
Si te pone nervioso tocarte los ojos para ponerte las lentillas, sigue estos útiles consejos y, con un poco de paciencia, será tan fácil como atarse los zapatos.
Consulta a un especialista
En primer lugar, acude a tu optometrista para que te recete las lentillas. (Sí, la graduación de las gafas es diferente a la de las lentes de contacto).
En cuanto tengas la receta adecuada para comprar tus lentillas, puedes pedir consejo sobre qué lentillas son las adecuadas para ti y una demostración sobre cómo adaptarlas correctamente, superando tu miedo.
No te creas los mitos
Mientras que algunas personas parecen tener verdadera fobia a tocarse los ojos, otras son reticentes por las historias que han oído. Muchos de ellos son simplemente mitos.
Uno de los mitos por excelencia que hay que desterrar es el miedo a que las lentillas se pierdan en los ojos. ¡Absolutamente falso! Es prácticamente imposible que el cristalino acabe detrás de nuestro ojo dada su complejidad anatómica. El ojo está cubierto por una membrana conectada al interior del párpado, que impide la entrada de cualquier cuerpo externo, incluidas las lentes de contacto.
Practica
Acostúmbrate a tocarte los ojos practicando durante unos días antes de comprar las lentillas. No solo te sentirás más seguro, sino que tus ojos empezarán a desensibilizarse ante los objetos cercanos.
Una vez que te hayas lavado bien las manos, lleva la punta del dedo hacia el ojo. Utiliza el dedo índice y el pulgar de la mano libre para mantener el ojo abierto, igual que con una lente de contacto real. Después de practicar varias veces, deberías sentirte más cómodo.
Intenta no parpadear
El reflejo natural es parpadear cuando un objeto se acerca a nuestro ojo. Te preguntarás cómo es posible no parpadear. Bien, podemos practicar el no parpadear cuando intentemos insertar la lente. ¿Cómo?
Colocamos el dedo índice en el párpado superior y el pulgar de la misma mano en el párpado inferior. Con la otra mano, pretendemos poner la lente en el ojo. Nos aseguramos de que la mano que sostiene el párpado abierto permanezca inmóvil. Al hacer esto, nuestra mente y nuestros ojos se acostumbrarán a este movimiento.
Mira hacia otro lado
Nunca mires tu dedo cuando se acerque a tu ojo.
En su lugar, mírate en el espejo y, en cuanto tu dedo índice esté listo para introducir la lente, mira a un punto alto, como el techo. Coloca la lente en la parte blanca del ojo. No importa si la lente no se ajusta inmediatamente, porque basta con cerrar el ojo y girarlo en diferentes direcciones para recolocarlo.
Y ahora te toca a ti. Estamos seguros de que seguir estos útiles y sencillos consejos te ayudará a descubrir todas las ventajas y beneficios de las lentes de contacto. 😎
P.D. En nuestra página «Cómo ponerse y quitarse las lentillas«, encontrarás consejos útiles para familiarizarte con el uso de lentes de contacto. También es ideal para aquellos que solo quieren asegurarse de que están siguiendo los pasos correctos.