Es muy tentador dejar que los días de frío te hagan entrar en modo hibernación. Pero hay estudios que han demostrado en más de una ocasión que cuanto más tiempo pasamos al aire libre, más felices y sanos estamos. Tenemos seis razones para que te pongas tu jersey favorito y salgas a la calle, tanto si llueve como si ha salido el sol.
#1 mejor salud física
Realizar actividades al aire libre hace que nuestras sesiones de deporte sean más largas y productivas, pero hacer deporte en el punto más álgido del verano puede ser incómodo. El otoño es una gran oportunidad para estar a gusto con una temperatura más fresca antes de que llegue el invierno. Ciclismo, senderismo, jardinería o incluso un paseo por el parque son actividades otoñales fantásticas.
#2 evita la depresión estacional
En los meses más fríos, la reducción de la luz natural puede desencadenar un Trastorno Afectivo Estacional (SAD por sus siglas en inglés). Algunos estudios corroboran que pasar tiempo en exteriores puede contrarrestar estos efectos, incluso en un día nublado y frío. Por tanto, bien sea intentando dar un paseo por la mañana o haciendo un parón para comer al aire libre, asegúrate de pasar algo de tiempo fuera cada día.
#3 los colores otoñales mejoran nuestro ánimo y energía
El otoño tiene algo único para todos nuestros sentidos, especialmente para nuestros ojos. Algunos estudios demuestran que dar un paseo con un paisaje colorido y arbolado puede animarnos y hacernos sentir nostálgicos. Los rojos vivos, los tonos naranja vibrantes o los amarillos calidos transmiten sentimientos de energía, entusiasmo, diversión y alegría.
#4 la naturaleza restablece nuestro concentración
¿Alguna vez has sentido que pensar te resulta difícil y que simplemente no te puedes concentrar? Hacer un parón para respirar aire fresco puede ser lo que tu cerebro necesite para reiniciarse. Hay estudios que demuestran que pasar una hora al aire libre, interactuando con la naturaleza, puede hacer que nuestra concentración y memoria a corto plazo mejore en un 20%. Los japoneses lo llaman ‘baño de bosque’.
#5 inspira la creatividad
¿Tienes dificultades en el aspecto creativo? Hay una razón por la que mentes geniales como la de Steve Jobs y Mark Zuckerberg deciden tener reuniones mientras caminan. Parece que el caminar, especialmente cuando se hace al aire libre, despierta la creatividad y las habilidades de resolución de problemas.
#6 mejora la calidad del sueño
Nuestros ojos necesitan luz natural suficiente para regular nuestro reloj interno y mantener la regularidad de nuestro ciclo de sueño. Pasar tiempo fuera puede ayudarnos a aliviar el estrés y reducir pensamientos negativos que no nos dejan dormir por las noches. Añade una sesión de entrenamiento a ese mix, y ahí tienes todos los ingredientes para un sueño placentero.
Consejos sobre cuidado ocular para estar al aire libre
Tanto si te gusta el senderismo, el ciclismo, correr o el yoga, las lentillas pueden darte libertad absoluta para concentrarte en tus actividades favoritas este otoño. Aún mejor, todo lo que necesitas para mantener tus lentillas limpias y usarlas cómodamente cuando estés al aire libre solo requiere unos sencillos pasos:
- Lleva un par extra: siempre viene bien tener lentillas de más, además de solución para limpiarlas y gotas para los ojos, solo por si acaso.
- Manténlas limpias: siempre lávate las manos antes de tocar tus lentillas para minimizar el riesgo de que cualquier bacteria peligrosa entre en tu ojo y te genere una infección. Si no tienes agua y jabón a mano, puedes llevar contigo desinfectante de manos o toallitas húmedas.
- Cambiate a lentillas diarias: si tienes un estilo de vida activo y limpiar tus lentillas mensuales te resulta engorroso, puedes pensar en hacer el cambio a lentillas diarias.
- Lidiar con la sequedad ocular: el frío puede hacer que sientas que tus ojos están secos e irritados. La manera más efectiva de aliviar los ojos secos es usando gotas artificiales, que tienes disponibles en botellas tamaño viaje para poder llevarlas a todas partes.
- Escuda tus ojos de los alérgenos: las alergias también tienden a aparecer en otoño, pero eso no significa que no puedas disfrutar de aventuras al aire libre. Ponte unas gafas de sol y sal a la calle por la tarde cuando el recuento de polen está en el mínimo.