¿Son seguras las lentes de contacto?
Sí, cuando se usan correctamente y según las recomendaciones de tu óptico, las lentes de contacto son una opción segura para corregir los defectos de refracción. Seguir los consejos de tu oftalmólogo es especialmente importante, ya que descuidar los consejos para el mejor cuidado de las lentillas puede causar molestias y correr el riesgo de dañar tu salud ocular.
¿Las lentes de contacto pueden dañar los ojos?
Las lentes de contacto blandas se fabrican con materiales y tecnologías diseñados para mantener los ojos sanos y cómodos. Un diseño de superficie suave puede proteger de la acumulación de depósitos, mientras que el material transpirable permite el paso de oxígeno a través de las lentes.
Cada lente de contacto varía en cuanto a material, parámetros y diseño, ya que los ojos de cada persona son diferentes. Una adaptación de lentes de contacto con tu optometrista te asegurará que llevas unas lentes de contacto recetadas que favorecen tu salud ocular.
Adaptación de lentes de contacto
La cita para la adaptación de las lentes de contacto es un paso esencial para garantizar que las lentes de contacto que usas son seguras y adecuadas para tus ojos.
Durante la cita para la adaptación de lentillas, el optometrista te hace varias preguntas sobre tu estilo de vida, si pasas tu jornada laboral frente al ordenador o tienes alguna afición, y con qué frecuencia te gustaría llevar lentes de contacto.
A continuación, examinan la salud y miden la superficie frontal de tu ojo; tras estas comprobaciones, el optometrista te proporcionará las lentes de contacto que se ajusten a tus necesidades y a los detalles de la graduación. Te ayudarán a ponértelas y quitártelas, así como a evaluar la adaptación de las lentes y la agudeza visual mientras las llevas puestas antes de concederte una prueba.
Una vez finalizado el periodo de prueba, es posible que te llamen para que acudas a una cita de seguimiento, en la que el óptico te proporcionará la receta con tu graduación para lentillas.
Usar lentes de contacto diarias o reutilizables de forma segura
Las lentes de contacto son una alternativa sencilla y cómoda a las gafas. Hay algunos puntos que debes tener en cuenta antes de usar las lentillas, para asegurarte de que son seguras para tus ojos.
Lentes diarias desechables
Las lentes de contacto desechables diarias no necesitan limpiarse, ya que solo se usan una vez antes de ser desechadas al final del día. Son una opción estupenda para quienes solo usan lentes de contacto ocasionalmente, por ejemplo, para eventos especiales.
Usar lentes de contacto diarias durante más tiempo
Para mantener tus ojos seguros y sanos, no utilices las lentillas diarias en exceso.
Llevar lentillas diarias durante la noche o varios días puede atraer bacterias que pueden provocar infecciones, ya que las tecnologías de protección no están diseñadas para durar varios días de uso.
Cambio de lentillas diarias a mensuales
No hay equivalencias directas entre las lentillas diarias y las reutilizables, ya que los materiales siempre difieren entre ambas, puesto que las lentillas reutilizables están hechas para durar mucho tiempo.
Si quieres cambiar a otro tipo de lentillas, tienes que concertar una nueva cita de adaptación con tu óptico. Así te aseguras de que las nuevas lentillas son adecuadas para tus ojos y el óptico u optometrista puede aconsejarte sobre cómo limpiar y guardar correctamente las nuevas lentillas.
Lentes de contacto reutilizables
Las lentes de contacto blandas reutilizables son adecuadas para su uso quincenal o mensual, si se quitan al final del día, se limpian y se guardan adecuadamente durante la noche.
También hay algunas lentillas reutilizables que están autorizadas para su uso prolongado durante varias noches, si tu óptico u oftalmólogo lo aprueba.
Cómo mantener cómodas las lentillas semanales y mensuales
Las lentillas reutilizables son una gran opción para aquellos que llevan lentillas casi todos los días. Para garantizar que se sientan cómodas desde el primer hasta el último día de uso, es importante seguir un régimen de limpieza correcto.
Utiliza siempre la solución para lentillas recomendada por tu óptico y utiliza una solución nueva en tu estuche de lentillas cada vez que las guardes. También se recomienda sustituir el estuche de las lentillas cada mes.
Qué hacer y qué no hacer
Las lentes de contacto son una opción conveniente y ligera para corregir todo el campo de visión, al tiempo que mantienen los ojos sanos y cómodos.
Sin embargo, se consideran dispositivos médicos y se colocan directamente sobre los ojos, por lo que hay que tener en cuenta algunos puntos a la hora de usar las lentillas, para eliminar posibles riesgos de infecciones.
Lentes de contacto y agua
El agua, ya sea del grifo o de un lago, contiene amebas que pueden ser perjudiciales para los ojos. Las amebas pueden depositarse en las lentes de contacto y provocar infecciones dolorosas, como la queratitis por Acanthamoeba. Por lo tanto, es importante evitar que las lentillas entren en contacto con el agua, ya sea en la ducha de casa o nadando en el mar.
Tampoco se debe utilizar nunca el agua para limpiar las lentes de contacto.
Dormir con lentes de contacto
A menos que tus lentes de contacto estén autorizadas para un uso prolongado o continuo, y hayas consultado esta opción con tu óptico, debes evitar dormir con ellas puestas. Esto incluye las siestas.
Cuando duermes, tus ojos pierden humedad, lo que a su vez reseca las lentes de contacto que no están hechas para un uso prolongado. Las lentes de contacto secas pueden ser más difíciles de quitar y pueden resultar rígidas e irritantes.
Cuándo buscar ayuda médica
Las revisiones periódicas de las lentes de contacto garantizan que la graduación de las mismas esté al día y permiten al optometrista examinar tu salud ocular.
Sin embargo, si alguna vez sientes que algo no va bien con tus lentillas, puedes ponerte en contacto con tu optometrista en cualquier momento para expresar tus preocupaciones.
Sensación de incomodidad o irritación
Si tus lentes de contacto habituales te causan repentinamente molestias, irritación o te hacen sentir dolor en los ojos, quítatelas inmediatamente. Intenta limpiar las lentes a fondo y comprueba si hay alguna imperfección, como lágrimas en el borde de la lente o partículas adheridas a la superficie. Si esto no resuelve el problema, sustituye las lentillas por unas nuevas o ponte las gafas durante el día y descarta las lentes dañadas.
Si las molestias o el enrojecimiento no se desaparecen en 24 horas sin usar las lentillas, ponte en contacto con tu optometrista o médico de cabecera lo antes posible, para asegurarte de que tu salud ocular no se ha visto afectada.