Los efectos del alcohol en nuestra visión

Si tenemos algún motivo para celebrar, el alcohol siempre suele estar de por medio. Una vida sin alcohol es casi inimaginable, ya que es un compañero de festejos para muchos. Sobre todo en cumpleaños y demás celebraciones, cuando salimos de fiesta o en otras reuniones, el alcohol no puede faltar.

Los efectos de consumir alcohol en exceso son de sobra conocidos. ¿Pero tiene el alcohol también un efecto negativo en la salud de nuestros ojos? El alcohol no solo hace que veamos doble, si no que también puede causar daños a largo plazo. Abajo te contamos cómo el consumo de alcohol en exceso puede afectar a tus ojos y qué puedes hacer para prevenirlo.

Visión borrosa: después de beber mucho, suele pasar que lo vemos todo borroso o doble. Esto, de hecho, tiene que ver más con nuestro cerebro que con nuestros ojos: nuestro cerebro nos permite ver una imagen clara fusionando impresiones de nuestro ojo derecho con impresiones de nuestro ojo izquierdo y transformándolas en una sola imagen. Bajo la influencia del alcohol, la comunicación entre los músculos de los ojos y el cerebro se altera, lo que causa borrosidad o visión doble.

Ojos secos: Incluso una cantidad pequeña de alcohol puede causar o aumentar la sequedad de los ojos, ya que el alcohol afecta la composición del líquido lagrimal.

Retraso en el funcionamiento de las pupilas: Las pupilas se contraen menos de lo habitual bajo los efectos del alcohol. Esto hace que una de ellas esté más dilatada y que se nos dificulte reconocer objetos en las oscuridad.

Temblor de ojos: Beber mucho alcohol puede hacer que nuestros párpados tiemblen.

Daños a largo plazo

El alcohol puede tener un efecto inmediato en el funcionamiento de nuestros ojos, pero también puede causar daños a largo plazo si bebemos alcohol durante un periodo largo de tiempo.

Mayor riesgo de cataratas: Varios estudios han demostrado que el aumento del consumo de alcohol también aumenta el riesgo de tener cataratas.

Mayor riesgo de degeneración macular: además de cataratas, el alcohol también puede ser un factor de riesgo para la generación macular.

Absorción deficiente de vitaminas: el alcohol puede causar daños en el hígado, lo que deteriora la absorción de vitaminas por parte de este órgano. Una deficiencia de vitaminas puede causar ceguera nocturna, y la deficiencia de vitamina B1 en concreto puede debilitar o incluso paralizar los músculos de los ojos.

Problemas de visión en los recién nacidos: beber grandes cantidades de alcohol durante el embarazo puede afectar al desarrollo saludable de los ojos.

Neuropatía ocular: la neuropatía ocular puede estar provocada por un elevado consumo de alcohol, lo que a su vez puede resultar en la pérdida de visión.

¿Cómo puedo reducir los riesgos?

Bebe suficiente agua: el alcohol puede extraer agua de nuestro cuerpo ya que este intenta deshacerse de todas las toxinas del alcohol. Por tanto, deberíamos beber al menos un vaso de agua por cada bebida alcohólica para mantener el contenido de agua en nuestro cuerpo.

Come bien: asegúrate de no beber con el estómago vacío. La comida con grasa y alta en calorías es buena en este sentido ya que evita que el alcohol entre en nuestra sangre tan rápido. El azúcar, por otra parte, acelera el proceso ya que favorece que el alcohol entre rápido en nuestra sangre.

Marca tu propio ritmo: para prevenir una intoxicación, se aconseja beber despacio. Por ejemplo, una bebida alcohólica por hora acompañada de un vaso de agua.