Anatomía del ojo humano

Anatomía del ojo humano

El ojo humano, un desconocido. 

¿Cuánto sabemos realmente sobre nuestros ojos? ¿Te has preguntado alguna vez cómo funcionan o cómo son capaces de transmitir imágenes al cerebro, permitiéndonos ver? En este nuevo artículo exploraremos todas las partes que componen un ojo y comprenderemos mejor su mecanismo. 

Partes del ojo humano 

El ojo humano es un órgano sensorial, situado en la cavidad llamada órbita, rodeado de piel, músculos y una gruesa capa de tejido. Hay muchas partes del ojo que trabajan juntas para permitir que funcione correctamente y, si se cuidan bien, lo protegen de ciertas enfermedades y lesiones que amenazan la visión. 

Esclerótica 

La esclerótica es la parte blanca del ojo, una capa filamentosa hecha de colágeno que bordea la córnea. 

Función de la esclerótica 

La esclerótica rodea la mayor parte del ojo, por delante y por detrás, y ofrece protección al ojo preservando su estructura y protegiéndolo de las lesiones.  

Córnea 

La córnea es la parte transparente, en forma de cúpula, que recubre externamente el iris y la pupila tras una fina película lagrimal.  

Función de la córnea 

La función principal de la córnea es la visión. Al ser una de las primeras zonas a las que llega la luz cuando atraviesa el ojo, la córnea es responsable de gran parte de nuestra visión. Si la córnea es demasiado plana, demasiado curva o tiene una forma irregular, provoca errores de refracción comola  miopía, la hipermetropía o el astigmatismo. 

Iris 

El iris es la parte marrón, azul o verde de nuestro ojo. Situado detrás de la córnea pero delante del cristalino, el iris rodea la abertura conocida como pupila. 

Función del iris 

El iris regula la luz, permitiendo que pase la cantidad adecuada a través de la pupila.  Se dilata con poca luz y se encoge en ambientes muy iluminados o al mirar objetos cercanos.   

Cristalino

El cristalino es el tejido transparente situado directamente detrás de la pupila. 

Función de la lente 

Cuando nacemos, el cristalino es flexible y se remodela permitiendo al ojo enfocar a diferentes distancias. A medida que envejecemos, el cristalino pierde su elasticidad, lo que conduce a una condición de envejecimiento inevitable llamada presbicia. 

Cuerpo vítreo 

El cuerpo vítreo es una sustancia gelatinosa que se encuentra detrás del cristalino en la parte posterior del ojo. Está compuesto por una combinación de agua, colágeno y proteínas.    

Función del cuerpo vítreo 

El cuerpo vítreo desempeña un papel fundamental para garantizar que el ojo mantenga su forma esférica, así como para protegerlo de traumatismos y lesiones. Ocupa dos tercios de la estructura del ojo y está unido a la retina.  

Retina 

La retina es un tejido sensible a la luz que recubre la parte posterior de los ojos.   

Función de la retina 

El tejido funciona como un receptor de luz. Al igual que la película de una cámara, la retina procesa la luz a través de las células fotorreceptoras para detectar el color y los diferentes que ayuda al nervio óptico a enviar impulsos al cerebro, convirtiéndolos en imágenes.  

Nervio óptico 

El nervio óptico es el mayor nervio del ojo. Se encuentra en la parte posterior del ojo y está conectado al cerebro.   

Función del nervio óptico 

El nervio óptico envía señales e impulsos a la corteza visual del cerebro, que es la responsable de nuestra visión. Estos impulsos se transmiten a través de millones de fibras del nervio óptico.  

 ¿Cómo funcionan los ojos?

 ¿Cómo funcionan los ojos? 

Todas las estructuras mencionadas son necesarias para que podamos percibir la visión. Si alguna de estas partes no funciona correctamente, debido a afecciones, enfermedades o lesiones del ojo, nuestra visión se verá afectada.  

Vista 

El primer paso hacia la visión se produce cuando la luz atraviesa la fina película lagrimal y pasa por la córnea, donde el ojo enfoca por primera vez. Después de la córnea, la luz pasa a través de la pupila (la apertura del iris), que controla la cantidad de luz entrante.   

El cristalino y la córnea trabajan juntos permitiendo que la luz se enfoque correctamente al pasar por el cuerpo vítreo y la retina.   

La retina transmite la imagen recibida al cerebro a través del nervio óptico. A continuación, nuestro cerebro procesa la información recibida y nos muestra la imagen: nuestra visión.  

Percepción del color 

La mayoría de las personas ven el mundo en color, y tienen que agradecer a la retina por ello.

Los fotorreceptores de la retina tienen dos tipos de células sensoriales, los bastones y los conos. Los bastones se encargan de procesar los cambios de luminosidad y la visión en entornos poco iluminados, mientras que los conos supervisan el procesamiento del color. 

Cada una de las diferentes variantes de conos es responsable de percibir la luz que reacciona al color con diferentes longitudes de onda. Los colores azules reaccionan con longitudes de onda más cortas, los verdes con longitudes de onda medias y los rojos con longitudes de onda largas.   

Los conos reconocen las longitudes de onda de cada color y envían esta información al cerebro. 

Partes susceptibles de sufrir afecciones que pueden afectar a la visión 

Desde la parte delantera hasta el fondo del ojo, todos tienen que trabajar juntos para proporcionarnos una visión clara. Sin embargo, el ojo también es un órgano sensible y, si no se cuida adecuadamente, puede ser susceptible de sufrir una serie de afecciones.   

Córnea  

Como la córnea es la parte más externa del ojo, es más susceptible a los peligros externos y a las enfermedades de la superficie.

Las lesiones y abrasiones pueden provocar cicatrices en la córnea y causar una visión distorsionada. 

Las alergias al polen, a los animales domésticos o al polvo pueden irritar la parte exterior de los ojos, provocando lagrimeo, picor o enrojecimiento.   

La córnea también puede verse afectada por distrofias, como el queratocono, una enfermedad que disminuye el grosor de la córnea y la remodela, haciendo que la visión sea más borrosa y distorsionada.  

Retina  

La retina recubre la parte posterior del ojo y, por tanto, está protegida de la mayoría de los factores externos, pero sigue siendo susceptible de sufrir daños.   

Las enfermedades de la retina pueden estar causadas por diversos factores, como la edad, los traumatismos, las condiciones generales de salud o la genética. 

El trastorno más común de la retina es la retinopatía diabética, causada por los altos niveles de azúcar en sangre de los diabéticos de tipo 1 o 2.  

La degeneración macular es otra enfermedad ocular común que afecta a la mácula (el centro de la retina). Suele estar relacionada con la edad y afecta al campo visual central.