Todos conocemos los peligros que fumar causa a nuestros pulmones, garganta y corazón, pero no se habla tanto de sus efectos en nuestros ojos. En casos muy graves, las enfermedades de los ojos generadas por fumar y el uso del tabaco pueden incluso derivar en la pérdida completa de la visión.
Cuando se inhala, las toxinas que hay en los cigarrillos, cigarrillos electrónicos, y otros productos con tabaco, pueden llegar hasta el torrente sanguíneo y finalmente a las células del fumador. Estos químicos tóxicos pueden causar una gran variedad de problemas oculares, como por ejemplo sequedad ocular, daños en los nervios o problemas más serios como cataratas o degeneración macular senil o asociada a la edad (DMAE). De hecho, según el CDC, los fumadores tienen entre dos o tres veces más probabilidades de desarrollar cataratas y el doble de probabilidades de desarrollar DMAE en comparación a los no fumadores.
¿Qué problemas oculares genera el tabaco?
Para entender mejor el daño que el tabaco puede provocar en nuestros ojos, aquí te dejamos algunos de los problemas de visión más comunes que pueden afectar a los fumadores.
Síndrome del ojo seco
Cualquier tipo de humo en el aire puede hacer que los ojos se irriten, y ya que los fumadores están expuestos al humo con frecuencia, tienen más probabilidades de sufrir sequedad ocular. Se considera que los usuarios de lentillas son más susceptibles a desarrollar el síndrome del ojo seco porque exhalar humo y las toxinas cerca de los ojos pueden afectar a su habilidad para lubricar las lentillas y la superficie del ojo adecuadamente. Aunque las gotas para los ojos pueden ayudar a remediar la sequedad ocular causada por el tabaco, lo mejor es dejar de fumar del todo.
Daño del nervio óptico
El nervio óptico envía información de los ojos al cerebro, pero fumar disminuye la circulación sanguínea hacia estos nervios microscópicos, lo que resulta en daño vascular que puede derivar en ceguera. Un estudio a largo plazo también reveló que los fumadores empedernidos tienen más probabilidades de tener peores casos de glaucoma que los no fumadores.
Cataratas
La causa más común de pérdida de visión, las cataratas se forman cuando la parte transparente de la lente del ojo se nubla. Esta nubosidad bloquea la luz y no deja que entre a la retina, lo que deriva en visión borrosa que requiere cirugía para corregirse. Fumar aumenta el riesgo de tener cataratas alrededor de tres veces más de la media en comparación con quienes no fuman. Aprende más sobre otras potenciales causas y tratamientos de las cataratas aquí.
Degeneración macular asociada a la edad (DMAE)
Puede que fumar sea lo que más contribuya al desarrollo temprano de la degeneración macular asociada a la edad. Hay estudios que han demostrado que fumar acelera la evolución de la DMAE en hasta 10 años en fumadores, en comparación con los no fumadores. Cuando una persona desarrolla DMAE, las células de la mácula del ojo se empiezan a deteriorar, lo que resulta en una visión central borrosa, visión de colores apagados y pérdida de visión irreversible.
Decoloración ocular
El humo que emiten los cigarrillos y el tabaco pueden afectar también a los rasgos externos del ojo. Ya que el tejido cutáneo alrededor de los ojos es más sensible, se puede inflamar o presentar hinchazón con más facilidad, lo que puede causar un enrojecimiento o amarillamiento del color alrededor de tus ojos e incluso un tinte amarillento en la (esclera) parte blanca de tus ojos.
Además de esta reacción al tabaco como tal, la nicotina también afecta a nuestras pautas de sueño, lo que quiere decir que podríamos dormir mal y desarrollar ojeras.
¿Dejar de fumar mejorará mis problemas de visión?
Dejar de fumar no va a corregir el nervio óptico o el daño a la mácula causado por el hábito de fumar, pero te va a ayudar a ralentizar el progreso de cualquier problema y reducir los daños a tu visión. Puede que lleve un tiempo deshacer cualquier daño causado por años de tabaco, pero dejarlo y permitir que tus ojos sanen poco a poco va a beneficiar a tu salud ocular a largo plazo.
Protege tu visión – dejar de fumar para proteger tus ojos
Si fumas, aunque puede resultar realmente difícil debido a la naturaleza adictiva de la nicotina, la mejor manera de proteger tu visión a largo plazo es dejar de fumar del todo. Si no es posible hacerlo, la siguiente mejor opción es reducir el número de cigarrillos que fumas o el tiempo que inviertes en fumar habitualmente.
Además de reducir el tabaco, otros hábitos saludables que te ayudan a proteger tus ojos de enfermedades y pérdida de visión son:
- Tener una dieta sana rica en antioxidantes
- Hacer ejercicio regularmente y mantenerte activo
- Tener controlados los niveles sanos del colesterol y una presión arterial normal
- Proteger tus ojos de rayos solares nocivos usando gafas del sol de protección UVA
- Programar exámenes oculares regulares
Si quieres dejar de fumar o necesitas ayuda para dar el primer paso para dejar este hábito tan poco saludable, por favor ponte en contacto con tu médico de cabecera para que pueda darte asesoramiento profesional, o échale un ojo al programa de atención al tabaquismo facilitado por el ISFAS/Gobierno de España para empezar tu viaje hacia un estilo de vida libre de tabaco.